Cuando el salario que te corresponde por derecho no llega a tus manos, surge una inevitable sensación de injusticia. Te preguntas qué pasos puedes dar, cómo hacer valer tus derechos y enfrentarte a una situación tan delicada como denunciar a una empresa que incumple con sus obligaciones. Este artículo te guiará en el camino hacia la acción legal, explorando las opciones que tienes para recuperar lo que te pertenece.
Principales razones de impago por parte de una empresa en España
Las razones por las que una empresa en España puede no pagar sus obligaciones son diversas y tienen consecuencias legales específicas según el Código Penal.
- La insolvencia o falta de liquidez es una razón frecuente, donde la empresa simplemente no dispone de fondos suficientes para cubrir sus deudas. En este caso, si se demuestra que la insolvencia fue provocada de manera fraudulenta, los responsables pueden enfrentar penas de prisión de uno a cuatro años por delito de alzamiento de bienes.
- Gestión negligente por parte de los directivos, que puede derivar en la falta de pago. Si la negligencia se considera grave y afecta a terceros, puede ser sancionada con penas de hasta dos años de prisión bajo el delito de administración desleal.
- La mala fe empresarial es otra causa, donde la empresa retiene pagos deliberadamente para obtener un beneficio indebido. Esto puede constituir un delito de apropiación indebida, castigado con penas de prisión de seis meses a tres años.
- En casos de disputas contractuales, donde la empresa alega que no se cumplió lo pactado para justificar el impago, si se demuestra que es un pretexto infundado para no pagar, podría considerarse como un delito de fraude, sancionado con hasta seis años de prisión
Pasos para denunciar a una empresa que no paga
Denunciar a una empresa que no cumple con sus obligaciones de pago es un proceso que requiere seguir varios pasos clave para garantizar que se haga justicia. A continuación, se detalla el proceso:
Reunir pruebas: El primer paso es recopilar toda la documentación relacionada con la deuda. Esto incluye contratos, facturas, correos electrónicos y cualquier otra comunicación que demuestre la relación comercial y el impago. Es fundamental contar con pruebas sólidas para respaldar la denuncia.
Enviar un requerimiento de pago: Antes de proceder a una denuncia formal, es recomendable enviar un requerimiento de pago a la empresa deudora. Este documento, que debe enviarse por vía fehaciente (burofax o carta certificada con acuse de recibo), exige el cumplimiento de la deuda en un plazo determinado, generalmente de 15 a 30 días.
Presentar la denuncia: Si la empresa no responde al requerimiento, se debe proceder a presentar la denuncia. En el caso de impagos de salarios, la denuncia se presenta en el Juzgado de lo Social correspondiente al lugar donde se realizó la prestación laboral. Para deudas comerciales, la denuncia se presenta en el Juzgado de lo Mercantil.
Plazos para la denuncia: Es importante tener en cuenta los plazos. Para deudas laborales, el plazo para reclamar es de un año desde que el salario debió haber sido abonado. En casos de deudas comerciales, el plazo general es de cinco años desde que la deuda fue exigible.
Procedimiento judicial: Una vez presentada la denuncia, el procedimiento sigue su curso en los tribunales. Si se trata de una deuda laboral, se puede solicitar la ejecución provisional de la sentencia una vez dictada, lo que permite cobrar la cantidad reconocida antes de que la sentencia sea firme.
Seguir estos pasos de manera meticulosa es esencial para asegurar que tus derechos sean respetados y que la empresa deudora cumpla con sus obligaciones.
Fases de un proceso por impago en España
El proceso judicial por impago en España sigue una serie de fases estructuradas que aseguran que tanto el acreedor como el deudor puedan defender sus posiciones ante la justicia. A continuación, se detallan las principales fases del proceso:
Fase de requerimiento extrajudicial: Antes de iniciar el proceso judicial, es común que el acreedor intente resolver el impago de manera amistosa enviando un requerimiento de pago. Este paso, aunque no es obligatorio, es recomendable para demostrar la buena fe del acreedor. El requerimiento debe ser enviado por un medio fehaciente, como un burofax, y se suele conceder un plazo de 15 a 30 días para que el deudor realice el pago.
Interposición de la demanda: Si el deudor no responde o rechaza el requerimiento, el siguiente paso es presentar una demanda ante el tribunal competente. En casos de impago de salarios, se presenta en el Juzgado de lo Social; para impagos comerciales, en el Juzgado de lo Mercantil. La demanda debe incluir una relación detallada de los hechos, la cuantía reclamada y las pruebas que justifiquen la existencia de la deuda.
Admisión a trámite y emplazamiento: Una vez presentada la demanda, el tribunal decide si la admite a trámite. Si se admite, se notifica al deudor, quien dispone de un plazo determinado (normalmente 20 días hábiles) para contestar a la demanda y, si lo desea, presentar una reconvención o defensa.
Audiencia previa y pruebas: En esta fase, las partes se presentan ante el juez en la audiencia previa. Aquí se intenta, si es posible, llegar a un acuerdo entre las partes para evitar ir a juicio. Si no se logra un acuerdo, se fijan los hechos controvertidos y se proponen y admiten las pruebas que se practicarán en el juicio. Las pruebas pueden incluir documentos, testigos, peritos, entre otros.
Juicio: Si no se ha alcanzado un acuerdo, se celebra el juicio. Durante el juicio, ambas partes presentan sus argumentos y las pruebas admitidas en la audiencia previa. El juez escucha a ambas partes y evalúa las pruebas presentadas.
Sentencia: Tras el juicio, el juez emite una sentencia en la que resuelve si el deudor debe pagar la cantidad reclamada o si se desestima la demanda. La sentencia puede ser apelada por cualquiera de las partes si no están de acuerdo con el fallo, lo que daría lugar a un recurso ante una instancia superior.
Ejecución de la sentencia: Si la sentencia es favorable al acreedor y el deudor no cumple voluntariamente con el pago, se puede solicitar al tribunal la ejecución forzosa de la sentencia. Esto puede implicar el embargo de bienes del deudor, cuentas bancarias, salarios, entre otros, hasta satisfacer la deuda.
Cada una de estas fases es crucial para garantizar que el proceso judicial se desarrolle de manera justa y conforme a la ley. Entender estas fases te permite navegar con mayor seguridad en un proceso de reclamación por impago.También es muy importante contar con un asesoramiento legal de un abogado especializado para garantizar el éxito del proceso.
Cómo evitar que una empresa no pague
Prevenir que una empresa no pague sus obligaciones requiere de una estrategia proactiva que combina la diligencia en la contratación, la gestión eficiente de las relaciones comerciales y la adopción de medidas preventivas. A continuación, se detallan varios consejos clave para minimizar el riesgo de impago:
Conocer la solvencia de la empresa: Antes de establecer cualquier relación comercial, es fundamental investigar la situación financiera de la empresa. Puedes solicitar información a registros mercantiles, utilizar servicios de informes financieros o revisar las cuentas anuales de la empresa si están disponibles. Esta evaluación te permitirá identificar posibles señales de riesgo, como deudas elevadas o pérdidas recurrentes, y tomar decisiones más informadas sobre si es prudente hacer negocios con esa empresa.
Formalizar los acuerdos por escrito: Todos los acuerdos, ya sean contratos de trabajo, de prestación de servicios o venta de productos, deben estar documentados por escrito. Un contrato bien redactado debe especificar claramente los términos de pago, plazos, penalizaciones por retrasos y los derechos de ambas partes en caso de incumplimiento. Esto no solo ofrece una protección legal en caso de impago, sino que también establece expectativas claras desde el principio.
Establecer condiciones de pago seguras: Negocia condiciones de pago que protejan tus intereses. Por ejemplo, puedes solicitar un anticipo antes de comenzar un trabajo o entregar productos, o bien acordar pagos parciales según se vayan cumpliendo hitos específicos. Otra opción es utilizar medios de pago seguros como cartas de crédito, que garantizan que recibirás el pago una vez cumplidas las condiciones acordadas.
Realizar un seguimiento constante: Mantén una comunicación regular y fluida con la empresa con la que trabajas. Realizar un seguimiento constante de los pagos pendientes y mantener registros detallados de todas las interacciones puede ayudarte a detectar problemas de pago a tiempo. Si notas que una empresa empieza a retrasarse en los pagos, aborda la situación de inmediato para intentar resolverla antes de que se convierta en un impago.
Incluir cláusulas de penalización por retraso: En los contratos, es aconsejable incluir cláusulas de penalización en caso de retraso en los pagos. Estas cláusulas pueden establecer intereses moratorios o multas por cada día de retraso, lo que incentiva a la empresa a cumplir con los plazos establecidos y te protege de las pérdidas que puedan generarse por el retraso en el cobro.
Diversificar la cartera de clientes: No depender excesivamente de un solo cliente o un pequeño grupo de clientes puede reducir el impacto de un impago. Al diversificar tu cartera de clientes, minimizas el riesgo de que un problema financiero de una empresa afecte gravemente a tu negocio. Esto te permite mantener una mayor estabilidad financiera, incluso si una empresa incumple sus pagos.
Siguiendo estos consejos, puedes reducir significativamente el riesgo de impago y asegurar una relación comercial más segura y fiable.
Conclusión
Denunciar a una empresa que no cumple con sus obligaciones de pago es un paso decisivo para proteger tus derechos y asegurar lo que te corresponde. Sin embargo, este es solo uno de los muchos aspectos legales que podrías enfrentar en tu vida profesional y personal.
Si te has encontrado con situaciones similares o quieres estar mejor preparado para futuros desafíos, te invitamos a explorar otros artículos en nuestro blog, donde profundizamos en temas clave que te ayudarán a navegar con confianza en el complejo mundo legal.